sábado, 21 de abril de 2012

La importancia del detalle

Hace tiempo que mi oído se acostumbró a dar importancia a  las submelodías.

Hay personas que al escuchar una canción únicamente retienen la melodía principal. Es aquella que cantarán mientras la escuchen, la letra que se aprenderán y probablemente la única que consigan recordar con el paso del tiempo. Es algo parecido a lo que os explique hace unos post sobre las canciones envoltorio.



Hoy voy a contar una de mis obsesiones que pocas veces confieso... a veces por miedo y otras por vergüenza.


Cuando de pequeña sentía la necesidad de escuchar mis canciones favoritas, me fastidiaba mucho  no tener en ese momento ningún reproductor a mano... yo quería escucharla ahora y ya pero eso no siempre era posible. Así que inventé un sistema que solucionase mi deseo. Cerraba los ojos y me concentraba hasta el punto de oír la canción de verdad aunque en realidad no estaba sonando absolutamente nada en el exterior. En algunos momentos mi concentración era tal que incluso me asustaba y miraba alrededor por si alguien le había dado al play ya que no era posible que mi mente la reprodujera con tanta claridad. 

Mi memoria musical había asumido previamente cual era la melodía principal y por eso mi oído la daba por hecho. Lo sorprendente es que yo reproducía con mayor claridad las submelodías.

Desde entonces muchas veces me dedico a escuchar una canción por partes. Es decir, primero escucho la melodía principal y luego me dedico a eliminarla mentalmente y apreciar todo aquello que la sostiene. Escucho únicamente la melodía del bajo, los coros de terceras casi inaudibles, el sonido del arrastre de los dedos al pasar de un tercer a un octavo traste en la guitarra, el toque esporádico de la pandereta  o la nota continua del contrabajo sirviendo de pilar a toda la canción. 


Pienso que escuchar únicamente la melodía principal es no aprovechar el arte que tenemos frente a nosotros. No es suficiente y no deberíamos sentirnos satisfechos por tararear sólo lo que más resalta. Deberíamos tararear esa melodía pero escuchar internamente todo lo demás.

Cuando me di cuenta de la importancia que mi mente le daba a las submelodías apareció el lado oculto de esta obsesión.

Muchas veces analizando una canción siento que esa melodía me recuerda a otra. No quiero decir con ello que piense que son copias ni plagios ni nada parecido. Quiero decir que todo, como en la música, está lleno de influencias. Todos escuchamos músicas que se quedan en nuestra memoria sin que nosotros seamos conscientes de ello y lógicamente cuando alguien compone una canción esas influencias afloran de manera inconsciente.

Quiero que entendáis que no estoy haciendo una crítica malvada ni un intento de menospreciar el arte creado por cada uno de ellos...  yo sólo intento mostrar lo que personalmente me ha reportado escuchar de esta manera las canciones. 

Intento haceros entender lo que podéis conseguir si no elimináis lo que a priori os parece menos importante y lo beneficioso que os puede resultar que una canción, un estilo o una voz os guíe hacia otra.


Así que estas son las dos primeras canciones que he elegido para mostraros la idea de este post. Cada semana a partir de ahora subiré un post dedicado a esta idea y así comprobaré si no soy la única que escucha estos parecidos o si tenéis una idea diferente a la mía.




Es impresionante como la sucesión de acordes de Creep marcó tanto la historia musical que sólo escuchando esos acordes automáticamente nuestra mente se traslada a ella. Pero no debemos por ello menospreciar el arte de Carla Morrison. Un nuevo y grato descubrimiento para mi y espero que también para vosotros.

Es cierto que usa los mismos acordes y puede que incluso el mismo ritmo pero no todo el mundo es capaz de crear una sensación totalmente distinta y un arte no por ello menos apreciable.

Para todos aquellos a los que os haya gustado esta compositora podréis verla el martes que viene en la Sala López (Zaragoza) junto con Xoel López y Natalia Lafourcade... y bueno también a mi que sin duda no me lo pienso perder.

Xoxo

Almu