sábado, 25 de febrero de 2012

Lo que te hace grande

¿Mañana es tu cumpleaños?

Ésta ha sido la frase que me ha llevado a escribir estas palabras.

Es curioso como cuando somos pequeños queremos tener cuantos más años mejor y cuando somos mayores nos encantaría que el tiempo dejara de correr para permanecer  siempre en los felices 18.

Entonces odiábamos que alguien nos dijera: ¿Cuántos años tienes?5!! y la típica graciosa te contestara: ¿cinco? No me lo creo... Entonces no entendía porque nadie me creía o porque esa persona se había empeñado en llevarme la contraria... ¿Qué había de malo en que yo tuviera cinco años? Y lo que es peor ¿Qué interés iba yo  a tener en mentir a quien me lo preguntara?

Lo cierto es que cuando pasa el tiempo y eres tu quien se encuentra a un niño de cinco años haces exactamente lo mismo... sólo que esta vez tu eres la graciosa que se encarga de que ese niño se haga las mismas dos preguntas que os acabo de decir...así es... somos tan asquerosamente  mecánicos que nadie nos ha tenido que dar lecciones para hacer lo mismo que nuestros antepasados.

La cuestión es que era mucho más bonito cumplir años cuando querías ser mayor...

Restabas los días en el calendario con un rotulador rojo esperando con gran impaciencia no tener que marcar nunca más esa cruz y te encantaba que la gente te preguntara ¿mañana es tu cumpleaños?  Lo único que deseabas era contarle a todo el mundo a voz en grito que tenías un año más... y aunque en realidad sólo era una cifra la que te separaba de tus compañeros de clase, sabías que eras la mayor... y eso indudablemente te daba mucho más poder sobre el resto.


Pero ahora algo ha cambiado... y lo que entonces era uno de los días mas felices del año, hoy sólo es un gran día de suplicio.

Seguro que te hace ilusión que lo celebremos contigo, que charlemos mientras hacemos las típicas bromas sobre la edad que has cumplido y que de momento ninguno tenemos... pero estoy segura de que hasta que eso llegue tu mente sólo habrá hecho que dar mil vueltas.

Probablemente estarás pensando en lo despacio y en lo rápido que avanza  tu vida, en las cosas que  hiciste mal, en aquellas cosas que te hubiera gustado hacer pero que por miedo no has intentado, en las peleas absurdas que no te han llevado a ningún lado... en los momentos alegres de los que nunca te quisiste apartar y en los tristes a los que nunca quisiste llegar.

Pensarás en que no tenía razón cuando te dije que tienes un valor que te hace diferente, en que tu sólo eres una  más de las piezas que compone este tablero,  en que te encuentras en medio de un túnel del que no puedes advertir el final, en que no hay  ahora mismo mucho que  te haga ser especial...

Así que... si en algún momento te has planteado alguna de estas cuestiones y en alguna has pensado tener la respuesta ¡te equivocas! Y como afortunadamente yo sólo sé hacerme entender de ésta manera... te lo voy a demostrar con esta canción.





Puede que a veces te veas tan insignificante como para ser transportada en un barco de nuez... puede que para ti sea difícil de ver pero tal vez cada guiño esconda la llave que intentas tener.

Esta ha sido mi manera de demostrarte que aunque para ti este día sea complicado y haga que te replantees muchas cosas sobre ti... yo sé lo que te hace grande... y aunque pienses que en este momento las cosas van mal, temas por el terrible presente y por el dudoso futuro, no te preocupes...tal vez cuando todo amaine la suerte nos vuelva a vencer .


Muchas  felicidades Ly




Siembra tus sueños y crecerán milagros


Almu



jueves, 23 de febrero de 2012

Mi canción de despedida

Hoy quiero hablaros de una canción muy especial.



Siempre me ha gustado escuchar música mientras camino… me encanta la sensación de sentirme la protagonista de cada una como si viviera en un videoclip y repito la misma mecánica día tras día. Normalmente me obsesiono por algún disco o por una serie de canciones en particular y sin pensarlo, cierro la puerta y lo que para algunos es una simple rutina de camino a algún lado para mi es una gran aventura en la que por una vez soy la única protagonista de algo.


Luego, cuando esa etapa de mi vida cambia y ya no me dirijo al lugar al que siempre iba elijo nuevas canciones… de manera que cada etapa va acompañada de una banda sonora diferente. 

Me encanta que sea así… y que cuando todos esos momentos mecánicos finalizan las canciones puedan recordarte el frio en tu nariz al salir a la calle, la sensación de nervios mientras caminas a un destino, el sentimiento de enfado provocado por tu asquerosa rutina, la sensación de tranquilidad al volver a tu casa tras un insignificante día…

Todo esto viene sucediéndome desde hace mucho … pero aquí viene lo sorprendente que quería contaros.

Hace un tiempo escuché esta canción por casualidad ya que todavía no existía el disco en el que iba a aparecer en el futuro. Fue una canción que me impactó desde el primer momento… como cuando estás tranquila en el sofá y de repente te acuerdas de algo muy importante que tenías que hacer: tu reacción es incorporarte de golpe al tiempo que tus latidos se disparan estrepitosamente…esa fue mi reacción. 

No quise escucharla más… y no porque no me gustara sino porque me producía demasiada tristeza… entendía perfectamente lo que decía o por lo menos entendía lo que para mi significaba.


La cuestión es que cuando pasaron unos meses tuve que despedirme de un lugar al que no iba a volver más… abrí la puerta y empecé a bajar las escaleras lentamente sabiendo que ahí se acababa una etapa de mi vida a la que no iba a regresar jamás y mientras derramaba alguna lágrima de repente en mi cabeza empezó a sonar esta canción… intentaba no escucharla mentalmente porque cuanto más lo pensaba más lloraba pero no podía evitarlo… sin saber cómo ni por qué alguien dentro de mi cerebro había apretado el play..no había stop que la parara...ya se había convertido en mi canción de despedida. 



Desde aquella vez no puedo evitarlo… siempre que alguna despedida me cuesta aparece en mi mente… empiezan a sonar las primeras notas y ya no hay forma humana de pararla…


Hace unos días tuve que despedirme de alguien sin previo aviso y con todo el dolor de mi corazón escribo estas palabras. A algunos puede pareceros masoquismo… 
¿Cómo puedes escribir palabras que te están recordando una a una ese momento?¿cómo tienes el valor de recordarte párrafo a párrafo esa despedida? Y la verdad es que en cada una de estas líneas el “ruido del adiós revienta en mis oídos” y  mientras escribo todo esto sólo pido “que alguien detenga mis latidos”… pero esta melodía me ha acompañado en muchos momentos y éste sin duda ha sido el más importante así que es ahora cuando debía escribirlo…

Sé que nunca olvidaré una despedida como ésta... la vida te cambia en cuestión de segundos, la oportunidad de regresar desaparece y nunca más tendré la oportunidad de dedicarle mi propio adiós.

Pero para todos estos momentos yo tengo mi propia canción… así cada adiós se convierte en especial porque aunque todos lo ignoren ella siempre me acompaña  y de alguna manera ... aunque ella tampoco lo sepa yo quiero pensar que en cada adiós ella me dedica… mi canción de despedida.


Xoxo

Almu

Podéis encontrar todo sobre ella aquí y aquí

lunes, 13 de febrero de 2012

Mi razón...

Hoy he de deciros de antemano que este post probablemente alcance dimensiones un tanto extensas pero son tantas las cosas que tengo que decir que seguramente me será imposible suprimirlas así que espero que no os resulte muy pesado para los que queráis leerlo.

Cuando era pequeña me encantaban las comidas familiares… ya sabéis, esas celebraciones a las que ahora en algunas ocasiones preferirías evitar pero que entonces te encantaban… te preparabas durante toda la semana para el gran evento, cada hora era una menos y sólo ansiabas que llegara ese día. En mi caso para jugar con mis primos, recibir algún que otro regalo pero sobretodo la razón por la que me encantaban esas comidas era… por el primer plato. Me encantaba el entremés…

Así que ese día al despertar no sentía pereza, sabía que era el gran día y me vestía lo más rápido que podía esperando el gran momento… hasta que por fin llegaba y nos íbamos a casa de mis tías... corría como la que más, abría la puerta la primera y a partir de entonces mi felicidad alcanzaba niveles tan altos que nada podía destruirla.

Me sentaba en la mesa con las manos encima de las piernas y esperaba ansiosa a que mi tía colocara el plato enfrente para poder hacer mi ritual de escáner visual. Daba igual el año, el mes, el motivo de la celebración… siempre sucedía lo siguiente: miraba detenidamente los alimentos y siempre había uno que no me gustaba nada, otros que me daban un poco igual y mi preferido. Entonces dedicaba mi tiempo a comérmelos por orden de NO preferencia... empezando por el peor y dejándome el mejor para el final. Y sólo así conseguía saborearlo retrasando siempre el último bocado para que ese momento no acabara jamás...en fin, envidiaba a las vacas y a su regurgitar por tener la capacidad de repetir constantemente el mismo placer.

Y sí…cuando empecé a crecer pensé que esa situación no volvería a darse… que esa misma emoción no la podría obtener con ningún otro momento. Pensaba que la razón por la que me emocionaba tanto ese día se encontraba en la inocencia infantil y que ya no iban a darse circunstancias similares como para sentir lo mismo… estaba equivocada.

Pero lo he vuelto a sentir

Las noches anteriores mi cerebro sólo es capaz de producir sueños sobre ese momento, cada día que pasa parece que aumentara sus horas queriendo retrasarlo, las horas previas son interminables y aunque sé que el deseo  es enorme… una gran tristeza se apodera de mi cuando pienso que por mucho que tarde en llegar, el último bocado de la croqueta es el más rápido en comer y el que más echas de menos cuando se acaba.

Supongo que el que me conozca sabe de que estoy hablando… y sí ...ese momento increíble para  mí es ir a un concierto.

Durante los tres últimos años he acudido a varios y siempre es esa la sensación… así que el día post concierto, cuando me doy cuenta de que la felicidad se ha convertido en añoranza y la tristeza se ha apoderado totalmente de mi ser sólo deseo una cosa: agarrarme a algo que sea capaz de trasladarme en el tiempo hasta ese momento. Así que de manera equivocada dedico ese día a "intentar" rememorar (o regurgitar) una y otra vez el sentimiento vivido en ese concierto leyendo las distintas crónicas y críticas  que alguien redacta sobre él. 




Algunas relatan el orden de las canciones acompañadas de palabras de elogio, otras se dedican a describir el sonido nefasto u óptimo de la sala, otras  se centran más en recordarnos los eps, cds, maquetas, discográfica, otras nos dan grandes lecciones del estilo y sus orígenes… pero personalmente siempre pienso que algo se les escapa… no sé si por falta de conocimiento en algunas ocasiones o por falta de esa sensación de la que os estoy hablando en otras.

Esta es la razón por la que decidí hacer este blog… no aspiro a grandes logros actuales, ni a miles y miles de visitas... Yo  no quiero que cuando alguien lea lo que escribo recuerde el orden de las canciones , la nota desafinada, si su música se separa o no de lo comercial,  la guitarra que no sonó, el público adolescente o de mayor edad que acudió a la sala, el estilismo del cantante ni el elevado o mísero coste de la entrada… 

Únicamente deseo dos cosas: que alguien que haya acudido al mismo concierto consiga a través de mis palabras rememorar la misma sensación que vivió desde que sonó la primera nota  y que aquellos que no hayan podido asistir sientan la necesidad de querer ir al próximo ansiando vivir el mismo sentimiento que yo viví.

Xoxo

Almu

viernes, 10 de febrero de 2012

Hoy me elevaré...


Este fin de semana va a ser uno de esos que llevas mucho tiempo esperando…

Esta noche iré a uno de esos conciertos en los que nada está planeado..casi no estaba planeado ni comprar las entradas pero... a veces controlarlo todo no es síntoma de precisión absoluta…


Muchas veces me obsesiono por las letras tristes y ocultas difíciles de descifrar pero creo que el ejemplo contrario no resulta menos espectacular. 
Al contrario, para mi este grupo transmite algo diferente… es  de esa música que hace que te sientas bien al momento y como si de una bola de aire se tratara consigue que tus pies consigan elevarse al tiempo que la melodía comienza a sonar... y cuando te has percatado del movimiento de tus pies te has olvidado  de lo más importante porque en realidad tus pies solo marcan la sonrisa de tu mirada y es esa la que ahora te sostiene en el aire balanceándote de lado a lado...




Realmente pienso que la música es la única que puede hacerte soñar, transportarte a lugares no conocidos, evadirte del lugar donde estás físicamente ….aunque todos sigan pensando que estas ahí. 
No sé a ti pero a mi me ha sucedido eso en infinidad de ocasiones… tu cuerpo permanece sentado y tu mirada parece atenta a la conversación que varias personas mantienen alrededor de tu misma mesa pero en ese momento suena la  música… una música como ésta… y tu alma abandona el lugar. Se eleva por el aire mientras mira de reojo con tristeza a tu cuerpo sintiendo lástima porque sabe que aunque quiera no le puede acompañar. No es necesario que tus ojos se hayan cerrado… nadie se ha dado cuenta, nadie te escucha ni te pregunta… pero a ti te da igual porque gracias a esta melodía tu estás viajando a un lugar en el que sabes que ni aunque pagaran con el oro del mundo podrían acompañarte. 

Es como si este tipo de melodías se diera cuenta del momento en el que estás, en la conversación insulsa, en las preguntas que no quieres responder, afirmaciones en las que tu mente dice lo que tu boca es incapaz de pronunciar… y en ese momento, como si de un heroína con capa y disfraz se tratara  coge en brazos a tu alma y la libera por unos cinco minutos de felicidad absoluta.

Y aunque pueda parecer demasiado metafórico estoy segura de que en algún momento de vuestra vida la música os ha salvado… es algo parecido a como cuando vas caminando tranquilamente por la calle, el sol se apodera de tus ojos impidiéndote la visibilidad… pero la monotonía ha conseguido que camines sin miedo a caerte y cuando tus pies sólo se concentran en el ejercicio mecánico de adelantar al otro… aparece ella. Esa persona a la que no ves desde hace tres años y con la que vuestra última conversación se minimizo en tres palabras: ya nos llamaremos… y nunca más escuchaste su voz. Así que la conversación se convierte en un sinfín de frases absurdas, carentes de información, preguntas sin respuesta, preguntas en las que la respuesta es otra pregunta  o es una respuesta acompañada de un ¿y tú?.. y mientras te está contestando, interiormente piensas: por favor ¡que alguien me saque de aquí! ¡Que alguien paralice el tiempo y pueda escapar! ¡que alguien lancen un fuego artificial! y gracias a tus plegarias aparece un amigo al que saludas y abrazas como si no lo hubieras visto en un mes, al que le pides con la mirada suplicante que te saque de allí, da igual el motivo pero que te saque de allí…ese es tu salvador… y el que hace que despidas a esa persona con un: ya nos llamaremos… sabiendo que nunca más vas a escuchar su voz hasta que se produzca un encuentro similar al que acabas de tener... ¿Ahora entendéis el sentimiento?

Así que esta noche llegaré allí, entregaré mi entrada, esperaré al corte oportuno que realizará la persona de seguridad,  la recogeré  y una vez más diré : ¿Por qué siempre rompen la entrada por donde no deben?... entraremos ,cogeremos el sitio perfecto y hasta aquí llega la rutina.

A partir de ese momento nada más puede advertirse…la increíble magia de la música hace que tus sentimientos nunca sean predecibles. Pero os diré varias cosas que sin duda van a suceder…  esta vez no pediré desconsoladamente que suene una buena canción para evadirme… esta vez no rezaré en los últimos segundos de la canción que por favor la siguiente sea la que me salve… esta vez yo elegiré elevarme y ellos pondrán su voz y sus manos para ayudarme a saltar.




Xoxo

Almu

jueves, 9 de febrero de 2012

The white roof

¿Qué sucedería si mezcláramos…



con...




¿Sabéis ya de quien se trata?

Estaba claro… la respuesta era :



Y tras esta "introducción" os cuento...

El sábado volveré a la sala donde tuve la suerte de poderlo escuchar por primera vez como Pushbike Rider… aunque esta vez veré a la banda al completo ya que para los que no lo sepáis(que deberíais :D) es el cantante de Miss Caffeina.
Cuando empecé este blog esa era la idea que tenía… contaros aquellos conciertos en los que había sentido algo especial porque sólo así podríais imaginaros mi experiencia… y la verdad es que éste era uno de ellos así que espero que os guste.

Hace unos años descubrí la música que realmente me llenaba... aquella que conseguía paralizarme al escucharla, tranquilizarme sin querer, emocionarme sin pensar… y sólo hace unos años sentí la necesidad de ver a esas voces que escuchaba en los conciertos y de ansiar que me llenaran con su energía en directo. Recuerdo perfectamente el primero... todos y cada uno de los momentos  pero sobretodo recuerdo la pequeña tristeza con la que me quedé al llegar a casa por no haber podido decirle a la artista lo mucho que me había gustado su concierto y darle las gracias por ello. Lo comenté con las personas que me acompañaron ese día y recuerdo que me dijeron: Almu, es mejor así… quédate con el artista y no con la persona… si te decepciona no la escucharás más y no es justo para ella... la escuchas por su música y no por como es.

Y esta vez tuve que hacerlo... tuve que dar las gracias...

Fue un concierto magnífico… apareció tímido con una guitarra que creo recordar que no era suya  y aunque nadie nos habíamos dado cuenta del detalle, bajo la atenta mirada de Madona en la pared.



                  


A medida que avanzaban sus canciones su timidez desapareció y logró conquistarnos rápidamente tanto con su música, con sus letras sencillas pero de gran sentimiento interior que no siempre tenemos porque entender y solo sentir como con la sinceridad de sus palabras entre canción y canción… y como todos los conciertos, por mucho que nos pese … en algún momento tienen que acabar y realmente en este me encantó el final.


Nos sorprendió a todos cuando advirtió que iba a tocar una canción que seguramente todos habíamos cantado alguna vez aunque en el fondo dijéramos que no… Y así fue. Escuchamos los primeros acordes y de repente… un “oh baby baby” consiguió sacarnos una sonrisa a todos, mirarnos con cara de “si, yo la he cantado y tú la has cantado también ¡¡no digas que no!!” y por si había dudas de que todos nos la sabíamos quedaron despejadas cuando en el estribillo sin prepararlo ni ensayarlo todos hicimos los coros falsetes en “and i” y “still believe” :D



No he encontrado ningún vídeo de ese día pero el efecto en la gente es el mismo en todas partes.

Cuando finalizó el concierto volvió a aparecer en mi la necesidad de querer dar las gracias... de poder decirle lo mucho que me había gustado su concierto y lo orgullosa que estaba de escuchar y seguir día a día su música… pero al mismo tiempo sentía ese miedo que os he contado al principio… y ahora me alegro de arriesgarme porque pude comprobar que además de un gran artista es una persona muy agradecida con su público y sólo esos detalles denotan lo grande que es.




Para aquellos que no lo conocíais espero que este post os haya ayudado un poco a ello y a sentir las necesidad de  querer ir a sus conciertos. Así que si tenéis la oportunidad no lo dudéis. Aquí podéis encontrar toda su información y su música http://www.pushbikerider.net/ y no os preocupéis porque si algún día viene a Zaragoza o alrededores os informaré en múltiples ocasiones :D


xoxo

Almu