Apareció tímida abriéndose paso con un vestido eléctrico, no sé si cuestión de superstición, el mismo que llevaba puesto la última vez que la vimos aquí. Sorteó los instrumentos hasta llegar al micrófono y desde que entonó la primera nota de “The memorie is cruel” pudimos comprobar nuevamente como una persona tan pequeña es capaz de transmitir tanta belleza en sus palabras.
Esta noche venía acompañada por Pablo Serrano (The Cabriolets y Lacara) y Briant Hunt (Anni B Sweet, Templeton y Half foot outside) quienes anduvieron con ella de la mano con sonido y percusión por el camino de las melodías y los que sabían perfectamente que significaba cada mirada de complicidad en una frase determinada.
Advirtió que este concierto iba a ser en un formato diferente al que nos tenía acostumbrados y así fue... sólo aquello que es diferente se convierte en inolvidable ya que cada canción contenía simples pero a la vez grandes detalles que provocaban en el público miradas de asombro y sonrisas de orgullo.
Nos regaló casi todas las canciones de Fuerteventura abandonando ligeramente en algunas ocasiones la suave y solitaria voz dando a la instrumentación un papel de más peso. Además teníamos reciente el estreno del nuevo videoclip de Everyday everynight así que agradecimos revivir las imágenes mentalmente.
Instrumentos como unas castañuelas, que a priori puede parecer más destinadas al folklore, ofrecían a las canciones el detalle perfecto en el tiempo y en el compás idóneo. En otras, la sencillez aplastante de su voz no requería de ningún componente adicional ya que sólo ella era necesaria para constituir ese toque imprescindible.
They don´t believe fue una de las canciones que escogió para recordarnos su pasado disco "I love your glasses" dando ese punto fresco, original, diferente a versiones anteriores y colaborando ella misma en la percusión y acompañamiento.
No podía faltar Cigarettes en esta actuación. Tal y como nos había dicho Lourdes, fuimos testigos del registro de sonidos que poseía Brian Hunt en su voz. Esta vez no estaba sola. Brian le acompañaba a dúo, repartiéndose las estrofas entre ambos y realizando bonitas armonías en el estribillo que dejaban patente su complicidad y química en el escenario.
Hacía días que no la escuchábamos y para que no quedara en el olvido, quiso refrescarnos la memoria con No Past Land. La presentó con sinceridad, pronunciando cada palabra lentamente, rozando el titubeo al tiempo que nos confesaba que se trataba de una canción a la que guardaba mucho cariño puesto que fue una de las que realizó en su primer disco junto con Brian.
Y cuando ya nadie se acordaba... llegó el momento que nadie quería, ese que todo el mundo quiere evitar y se autoengaña pensando que hoy no sucederá... el que consigue que aprovechemos cada segundo de escucha, que nos arrepintamos de cuando nuestra mente se evadió por unos segundos, que las canciones ya no sean una más si no cada vez un segundo menos... llegó la hora de los bises.
Big me de Foo Fighters fue una de las versiones que Lourdes eligió para hacer suya y así, con sonidos sencillos, melodía suave, sin demasiados arreglos ni adornos consiguió engrandecer la original. La segunda versión recayó en So long, Marianne de Leonard Cohen donde comprobamos que aunque son muchos los que se atreven al mundo de las versiones, pocos lo hacen de los más grandes y sólo los elegidos como ella son capaces de darle la originalidad y personalidad que consiga que recordemos esa canción con su voz y no con la original.
La sorpresa de la noche llegó con A Hat, ya que por su reacción parecía que no se encontraba entre el set list de esa noche pero la insistencia de una chica hizo que se decidieran a cantarla. Todos preferimos pensar que era algo improvisado... a veces es mejor mantener la ignorancia del truco de magia y del secreto de los reyes magos. Así que el gesto "espontáneo" de Lourdes hizo que el público lo agradeciera acompañándola con palmas, rozando el riesgo que ello conllevaba, hasta el último segundo. Tanto se extendió el acompañamiento popular que logró sorprender a la cantante ya que al finalizar la canción dijo entre risas: ¡es la primera vez que todos aguantáis hasta el final, normalmente se pierden las palmas por el camino!.
Todos coleccionan sellos para recordar el pasado, yo colecciono los set list para convertir su guión en mi sucesión de ilusiones y aunque pude comprobar que el gesto no era tan espontáneo como parecía... no me importó porque yo guardo su secreto y ellos mantienen su esperanza.
Y la noche debía finalizar, el festival de colores en la voz, la dulzura de sus silencios, el aplomo de sus palabras, el aire fresco en nuestros oídos tuvo que decir adiós con Mi canción 7. Con ella tuvimos que despedirla, la simple percusión inicial acompañada con su voz a capela nos dedicó los últimos minutos de su música.
Para ellos un día más en su larga gira musical... para nosotros fue como ese 14 de enero que no podremos olvidar, como un sombrero que la guardará a cobijo en nuestros pensamientos... como la memoria cruel, esa que por muchos días que pasen no podremos arrancarla de nuestro más intimo recuerdo, porque solamente ella es capaz de marcarnos esa huella que no queremos olvidar.
xoxo
Almu