miércoles, 19 de diciembre de 2012

Rollitos de Primavera caseros y con cariño



Aunque la he descrito infinidad de veces me resulta complicado presentar a alguien que abarca tantas palabras en tan sólo unas frases.  Así que  intentaré escoger las más sencillas porque aunque parezca lo contrario, siempre son las que más tienen que decir.

Creo que Boza tiene el mar...y ahí está el secreto de sus letras.

No quiero decir que lo vea mientras se confiesa con ellas... me refiero a que siente el mar mientras lo hace. Creo que sus pensamientos fluyen hasta horizonte, sin obstáculos terrestres y es así como consigue que sus letras se eleven tanto que cuando la escuchamos llegan hasta nosotros con demasiada rapidez.


Así te cautiva al escucharla por primera vez y en todas las demás. Sus letras muestran el dolor más gélido, la intensa alegría, la tristeza más azul, el amor que algunos bailan... y algo que se queda por decir y sin embargo a ti te lo dice todo.

Te lo dice con su voz... con ella pinta los colores que faltan y te dice fácilmente lo que tu oído necesitaba.
Pinta cada sílaba con su tonalidad, cálida o fría... pero para mi el valor radica en sus silencios.

Aunque no diga nada, aunque sólo tararee... lo hace en el momento preciso y es entonces cuando aparece el nudo. Es ese que empieza a apretarte la garganta en el instante en el que tus oídos escuchan lo que tu corazón quería que le dijeran.


Y alguien puede pensar que exagero pero es lo primero que recuerdo de ella.
Hacer memoria de datos siempre resulta demasiado complicado para acertar instantáneamente  a la pregunta pero si ese esfuerzo a de hacerse por un recuerdo la imagen llega a nuestro cerebro casi antes de que finalice la pregunta.

Recuerdo la postura en la que me encontraba encima de mi sofá, la hora de la siesta, el sueño que empezaba  a hacer efecto en mis ojos y en enlace en el que decidí hacer click en una canción llamada Fisiones nucelares.


Recuerdo los cactus, los colores anaranjados de las plantas y el primer plano de sus manos mientras tocaba los acordes que introducían la canción... entonces noté como su sonido ordenó a mis ojos no cerrarse del todo y como lo que casi escuchaba en sueños comenzó a pertenecer cada vez al mundo real.

Sin duda me habría quedado en esos acordes durante mucho tiempo más pero fue al escuchar su voz cuando mi mente se despertó por completo... tanto incluso que sin ser consciente de mis movimientos, mi cuerpo ya se había incorporado totalmente sin dar tiempo a que mis sentidos se lo ordenaran.



Esa fue una de las muchas canciones que conozco de ella gracias a su canal de Youtube llamado Rollitos de primavera. En él podíamos ver canciones grabadas de forma casera e incluso de manera espontánea  pero no por ello perdían su esencia.


Veintitrés de esas canciones  han sido editadas  y ese trabajo se llamará, al igual que su canal,  Rollitos de Primavera del que podremos disponer a partir del día 20 de diciembre aquí.

Para darnos un adelanto de la transformación de las canciones, Boza ha emitido en streaming cuatro de ellas reproduciéndolas en diferentes horarios. 
Una de las elegidas ha sido “Fin” , la ideal para el final de sus conciertos por la ambigüedad de su estribillo y por la necesidad que tendréis de querer volver a verla.


“Mentiras de verdad” es ahora introducida por agua corriente mezclándose con los sonidos de su primer acorde.
Personalmente diré que es una de las letras que consigue hacerte sentir desde la primera palabra exactamente lo que ella sintió cuando la compuso. Tanto es así que acabas con la misma expresión facial con la que ella te lo cuenta.


“Luces de Neón” es la canción en la que puede comprobarse como su voz puede adquirir muchas tonalidades diferentes. Empezando  grave y envuelta en aire para poco a poco ir ascenciendo hasta trazar tantas pinceladas que te sorprende que todo pueda hacerlo con un único pincel.


Finalmente "Tú", una auténtica declaración de lo que alguien siente cuando no se necesita a nadie más para ser feliz. Una canción de la que te puedes enamorar tanto del poder de sus palabras en una confesión de su voz al contárselo a la persona con la que quiso quedarse.


Tan sólo cuatro canciones han sido necesarias para demostrarnos como puede mejorarse algo que nos parecía que ya no se podía... así que sólo nos queda esperar al resto para poder descubrir todo lo que nos espera este nuevo trabajo. 


Ya sólo me queda recomendaros una vez más su música para que vosotros podáis sentir lo mismo que sentimos los que la escuchamos por primera vez. 

Para que vosotros también os incorporéis cuando esa nota cantada por ella os suene a mucho más que a una nota. 
Para que escuchéis esa palabra que tantas otras veces habréis dicho y sin embargo pronunciada por ella consigue haceros dejar de respirar por un instante... que aunque parezca pequeño no creo que lo olvidéis. 

En definitiva quiero que conozcáis su música porque aunque algunas personas podrán cantárosla...sólo ella podrá contárosla así.

Almu

lunes, 10 de diciembre de 2012

Cuando Willy Naves invirtió las leyes de mi lógica musical


Solía pensar que el orden lógico era enamorarte previamente de la música en un formato capaz de recorrer hasta tus pies casi antes de entrar por tus oídos. Entonces era cuando entrabas en un bucle constante del que no podías separarte mientras estuvieras despierto... y necesitabas escucharla casi tanto como respirar para continuar. 

Después, cuando el cerebro era capaz de reproducir esa música sin necesidad de escucharla en la realidad, deseabas que llegara el día en el que pudieras comprobar si esa energía se podía multiplicar en un directo... y cuando esa fecha se anunciaba, el bolígrafo rojo se encargaba de hacerte ver que cada día era uno menos.

Llegada la fecha del concierto deseado, se cortaría tanto tu respiración que los días posteriores sólo serían los suspiros que no exhalaste...

Pero eso es lo que solía pensar... ahora estoy convencida de que el instante no se genera gracias a ningún orden.



No sabría decir si fue la primera nota que Willy Naves tocó esa noche en El Veintiuno (Huesca) o fue el segundo silencio que no cantó...

No sé si fueron las palabras que dejaron de decirse entre las frases de Emil Sinclair, los milímetros de mirada que asomaban cada vez que se despegaban sus ojos durante La tortuga y el Koala o el balanceo rítmico que nos contagió El circo.

Intento descifrar si el instante surgió cuando algunos nos negamos a crecer en Tu Película, Mis miedos o fue al final de la Canción feliz para chicos tristes cuando la sencillez del acorde unido a los principios de sus frases definieron la palabra entrañable.

Lo único que sé es que sin darme apenas cuenta ellos con su música me arrastraron hasta el punto que logré ver el mismo fondo negro a mi alrededor que puede observarse en Carta a las especias.


Pensé que tal vez Placebo haría surgir ese instante y lo cierto es que  si ya tenía  predilección por ella antes de su directo ahora es todavía mayor porque la realidad de su letra se hace todavía más cruda cuando sientes la potencia de las palabras en la voz.

Pero Muerte y destrucción fue la canción que logró llegar hasta nuestros pies casi desde que la banda desapareció para dejar a Willy con nosotros... desde que sonó el primer arpegio la desnudez y calidez de su voz hizo que nos diera miedo pestañear por si este gesto molestara a su confesión.
 

Quien estuvo esa noche ha podido pensar que he dejado de nombrar alguna canción de su setlist... pero yo no pretendo contaros con exactitud todo lo que pasó esa noche. Mi propósito con esta crónica es que dando pequeñas pinceladas de lo que sentí consiga que deseéis que llegue la fecha de un directo para verlo vosotros mismos.



También alguno se habrá dado cuenta de que no recuerdo con exactitud el orden en el que las canciones sonaron y si he de ser sincera de saberlo sería lo primero que olvidara.

Sin embargo recordaré cuando sentí la misma energía con la que él nos lo contaba, a quien recordé cuando sonó esa versión mejorada al final de la noche, cuando pude comprobar que su voz aterciopelada no sólo sonaba en el formato regular, pero sin duda recordaré que gracias a su directo la música invirtió mi orden lógico.


Si todavía no lo conocéis podéis escucharle aquí o aquí o también enteraros de sus conciertos o de sus frases bonitas aquí


xoxo

Almu

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Sethler os llama a filas


Durante una conversación poco interesante, en mitad de una discusión acalorada por su parte pero ya abandonada por la tuya, en el anuncio que jamás recordarás por su producto...

En medio del mejor silencio entre dos personas en el que la mejor palabra es el poder de la mirada, en la puerta de la tienda en la que nunca imaginarías que algo así podía sonar, durante la siesta como melodía para tus sueños...

Esos son algunos de los momentos en los que la música aparece sin avisar y es entonces cuando ella para mi se convierte en regalo.

Son regalos porque a partir de entonces no habrá ni una sola vez en la que esa canción vuelva a sonar que no logre transportarte en el tiempo y en el instante justo en el que se dio por primera vez.


La mayoría de esos momentos surgen por casualidad y no tiene que darse la preparación del lugar ni del momento para que eso suceda... pero esta vez he decidido invertir un poco vuestro orden y haceros llegar a Sethler a vuestras vidas por si todavía no ha aparecido.



Puede que este sea el momento apropiado para que lo descubráis o para que él os descubra a vosotros.

Puede que os sorprenda en ese instante en el que sus letras empiezan a sonarte tanto que comienzas a sospechar que se ha adueñado de tu historia personal para hacerla canción pero en realidad te das cuenta de que no todos somos tan diferentes.

Y puede que recordéis siempre esta época con sus melodías... esas que te gustaría escuchar en un día de lluvia sentado en esos bancos acolchados que tienen las ventanas inglesas con forma de medio hexágono... o debajo de un tejado de madera, al borde del escalón, pisando esas hojas brillantes con forma de estrella y granates.



Su álbum “Batalla” lleno de confesiones íntimas, están contadas con una sencillez máxima escondida en sus palabras pero pueden hacer que se encoja tu corazón si logras trasladarte al fondo más profundo de su sentimiento.

Es cierto que las historias con principios felices siempre parecen las más atractivas y que solamente con una primera escucha eres capaz de vislumbrar el final con demasiada facilidad.

Sin embargo si os unís a la Batalla encontraréis composiciones llenas de pequeños diamantes escondidos. Composiciones que nacen del dolor, del  rencor, de la rabia o de la más profunda de las tristezas... confesiones de esas que sabes como empiezan pero que nunca eres capaz de ver el final con absoluta claridad.



Algo se queda por entender y tu reacción en cuanto suena la última nota es la de volver a escucharla una y otra vez... porque siempre tienes la sensación de que alguna palabra has pasado por alto. Son palabras cantadas que cuentan más de lo que parece en un principio y por eso sientes la necesidad de escucharla hasta que tu cuerpo se abandone tanto que logres sentir exactamente lo mismo que él sintió cuando la compuso.

Así que no os contaré el final de estas pequeñas historias en forma de canción ni seré yo quien acabe vuestras frases... yo sólo pretendía invertir el orden de vuestro momento y que éste sea el instante al que os trasladéis cada vez que llegue a vuestros oídos su música.

Podéis escuchar todo esto y mucho más  aquí.
Después de eso sé que vuestro mayor deseo será verlo en directo así que tenéis todos estos lugares en los que lo podéis cumplir:

- 7/12 Madrid (Moby Dick)
- 18/01 Zaragoza (La lata de bombillas)
- 19/ 01 Huesca (El Veintiuno)
- 25/01 Tarragona (El Cau)
- 26/01 Elche (Subway the pop)
- 31/01 Palma de Mallorca (Jarana Club)
- 9/02 Murcia (Musik Jazz)
- 10/02 Cartagena (Mister Witt Café)
- 15/02 Albacete (Velouria Bar)
- 16/02 Jaén (Le club)
- 21/02 Pontevedra (Pequeño Karma)
- 22/02 Santiago de Compostela (Kunsthalle)
- 23/02 Vigo (La casa de arriba)
- 8/03 Toledo (Pícaro)

xoxo 

Almu

domingo, 28 de octubre de 2012

A 83 metros


Encontrarte en medio de un mundo de pesadilla irreal, rodeado de oscuridad absoluta real y de repente sentir como la luz pincha tus ojos gracias al maravilloso interruptor de tu habitación. 



La pregunta en medio de la madrugada, cuando tu cuerpo se encuentra todavía realmente sin saber si en el mundo de los humanos o en el que a éstos les gustaría ser, consiste en: ¿has visto las llaves? dime que si por favor!!! 

El impulso para salir de tu cama, digno de reconocido atleta, es tal que ni siquiera tienes en cuenta la caída. Sólo corres y buscas, sin saber muy bien cuantas llaves eran o que forma  tenían... correr y buscar... incluso en lugares que de haberlo pensado ni siquiera tendrías en cuenta.

Así que cuando las llaves aparecen, no gracias a ti, y vuelves a tu cama te das cuenta de dos cosas: 

La primera de ellas es que encontrar las llaves es la solución a tus problemas. Es importante saber de cuantas se trata porque sólo así sabrás que ya no deberías buscar más. Pero lo más importante es saber donde buscarlas porque sólo así dejarás de darte golpes con cada rincón absurdo en el que te aferres en encontrarlas sin haberlo pensado previamente. 

La segunda es que no siempre ver la luz es síntoma de que has encontrado el camino. Es importante que seas tú quien aprieta el interruptor y no te den la luz sin pedirla... si esto último sucede las posibilidades de elegir atajos te desviarán del camino principal con tanta facilidad que hasta que te reincorpores habrás pisado demasiada maleza.



Pero lo cierto es que muchas veces encontrar el interruptor y querer apretarlo es más complicado de lo que parece aunque muchos te repitan que tienes la solución demasiado cerca. Así que subir a lo más alto sin mirar donde has pisado para volver a bajar se convierte en la mejor solución momentánea. 



Encontrar esa posición en la que las cabezas quedan pequeñas y sus ojos no pueden hacerte daño porque la única mirada que puedes controlar es la tuya se convierte en la mejor protección que alguien pueda tener. 




Y si al principio te resulta incómoda y sientes frío debido a la altura, pronto se convierte en tu mejor hogar. Te permite ver el mundo sin necesidad de participar en ese juego del que ni querías que te eligieran para su equipo... no eras de los que levantaba la cabeza para que el líder te escogiera el primero y así subir tu rango de popularidad... no. 


Ni siquiera querías ser ese que se quedaba el último por descarte y ambos líderes permitían que el otro lo acogiera en su equipo por compasión.



Una vez que decides llamar a ese lugar tu propio hogar te das cuenta de lo sencillo que resulta vivir en él. Has creado tal radio de protección que ni el viento puede rozarte. 
Tu rutina se ha convertido en mirar sin observar, hablar sin decir nada o no hablar diciéndolo todo pero tú estás bien allí y no necesitas a nadie que apoye o se resista a tu decisión... sobretodo porque no lo escucharías.


Conforme pasa el tiempo te has dado cuenta que aunque las curvas del árbol comiencen a clavarse en las esquinas de tus huesos, el dolor es tan absurdo que parece que tu sangre se ha quedado dormida. Has comenzado a no sentir el dolor y aunque tú querías subirte a las alturas para lograr ese objetivo te das cuenta de que junto al dolor se ha incluido todo lo demás... y sé que deseabas que ni el cálido viento te rozara  pero sabes que ahora  hasta echas de menos el frío punzante del aire en la nariz.


Creías que podías permanecer siempre en el lado oculto de la luna, creías que subir a las copas de los árboles rápidamente casi sin tocarlos era un buen lugar para esconderse, creías que agarrarte al tronco de la rama más alta lo más fuerte posible y con los ojos cerrados haría desaparecer todos tus fantasmas... pero lo cierto es que ahora quieres volver a pisar la tierra. 



Subiste tan rápido que no recuerdas en que agujeros iban las puntas de tus zapatos ni cual es el camino de regreso... y lo peor es que sabes que por ti mismo no serás capaz de averiguarlo así que no te queda más remedio que volver a comunicarte y despertar de ese mundo de abstracción permanente. 



El problema es que ya casi no recuerdas las palabras pero si los gestos que siempre dicen algo mejor... así que cuando menos te lo esperas aparece esa mano que te ayuda a bajar. Tú no sabes como ha podido aparecer ni quien le ha avisado de tu ubicación si la mayoría de las personas sólo miran al frente o a los dedos pequeños de sus pies... 





Entonces entiendes que en realidad aunque no dijeras nada gritabas tan fuerte que alguien te escuchaba, que tú no les veías pero ellos te miraban y que sólo tú sabes cuantas llaves necesitas para abrir tus puertas y cuando debes darle al interruptor para ver la luz.

xoxo 

Almu

viernes, 21 de septiembre de 2012

Hoy es el día


En algunas ocasiones elegir el día de partida es complicado pero escoger el día de reinicio resulta todavía mas dificil.  Muchas veces retrasamos esa decisión en tantas ocasiones como podemos enmascarando las ganas con el miedo o con cien mil excusas importantes que en realidad no lo son tanto porque la mayor excusa eres tú.



Hoy me he despertado sin ninguna excusa que apartar, pensando que hoy era el día y con la decisión necesaria como para volver a emprender este viaje lleno de lo que nos da la vida a algunos, entretiene a otros y está por descubrir para muchos.  Los que me conozcáis ya sabréis la canción con la que habré amanecido pero para los que no aquí os la dejo... espero que os guste tanto como a mi aunque pronto escribiré sobre su música y así seréis conscientes de mi grado de admiración que espero sea el mismo que el vuestro.




Así que aunque este post sea más bien una introducción de lo que vendrá os aseguro que a partir de éste mis palabras sólo irán dedicadas a ella... a la que se hizo para lo inexplicable,  a la taquigrafía de la emoción, a la aritmética de los sonidos o según mis palabras a la que consigue elevarme cuando este mundo es tan pesado.

Gracias a todos los que me habéis empujado, insistido o incluso reprochado que vuelva, gracias a los que alguna vez lo habéis leído por curiosidad, gracias incluso a los que no lo leiáis pero tenéis un vago recuerdo y aún así lanzasteis la pregunta que yo apartaba, gracias a los que a partir de ahora apreciaréis de verdad estas palabras... y gracias a ti por comprenderme.


xoxo

Almu

viernes, 1 de junio de 2012

El equilibrio


Hoy hablaré de una canción diferente...

Es cierto que hay canciones que te recordarán el olor del amor, la persona a la que no desearías ver, el momento que  duró un segundo pero que todavía no ha acabado... y el sonido te coloca nuevamente en ese instante en el que oliste, viste o viviste. 

Resulta curioso pensarlo porque no hay nada que haya borrado esos instantes del cerebro... siguen estando ahí pero los hemos arrinconado tanto que ya no sabemos donde buscarlos. Así que tiene que aparecer la canción para indicarte directamente el camino de tu recuerdo.
La única parte menos positiva de esas canciones es que en algunas ocasiones te pueden hacer sentir nuevamente algo que olvidaste sin querer aunque en el fondo desearías sentir todos los días... pero en otras el recuerdo al que te lleva la canción no es tan placentero. Es entonces cuando la maldices a ella y a quien la compuso.  Desearías que no existiera pues esa canción es la única que sabe activar el botón de las emociones pasadas.

Este tipo de canciones son las que más existirán en tu vida. Recordarás la canción del verano y automáticamente asociarás el momento de felicidad absoluta en el que te encontrabas sin hacer nada. Escucharás la canción que te hizo llorar en el autobús y como gracias a la protección de la ventanilla lograste que nadie te viera excepto aquel niño con el que cruzaste la mirada pero que sin necesidad de palabras comprendió tu dolor. Incluso maldecirás esa canción que se incrustó en tu cerebro y sin parar de sonar te impide dormir... seguro que en este momento te estás dando cuenta del número de canciones así que rodean todos tus recuerdos.

En cambio hay una canción  que no todo el mundo tendrá o no todos la habrán apreciado como se merece. A veces a lo mejor no es suficiente con escucharla. Esa canción y solo esa. Ella será la que te arrastrará hasta la magia que desprende su voz y cada vez que tu alma esté triste o tus ganas de respirar pierdan poco a poco el aire... la necesitarás para avanzar.




Yo había escuchado esta canción muchas más veces pero no fue hasta que los vi cuando realmente me di cuenta. Es la canción que me sana desde que comienza a sonar. La complicidad en sus miradas te traslada exactamente al punto en el que ellos se sienten y es tanta la felicidad  que transmiten que tienen de sobras... tienen tanta que en el minuto 3.14 no hay un hueco de mi cuerpo que no esté cubierto por ella.

Solo espero que vosotros tengáis una canción así. Una canción que borre vuestros problemas, os libere durante cuatro minutos eternos y os recuerde en cada segundo al punto en el que queréis estar para siempre. 

Todo el mundo recuerda miles de canciones que evocaran un momento vivido... yo solo deseo vivir el momento que me da esta canción.

xoxo

Almu

martes, 22 de mayo de 2012

Siempre querré conservarlo


El día siguiente al que finalizaron tus vacaciones, el momento posterior al de la despedida de alguien a quien en el fondo sabrás que pasaran varios inviernos hasta volverle a ver, el último cigarro cuando decides que ha llegado la hora de abandonar el placentero vicio... esa es la sensación que dejó Zahara cuando finalizó su concierto el pasado sábado en el Veintiuno (Huesca).


Y es que sólo aquellos momentos que no quieres soltar de tu mano son los que realmente dejan tal huella que desearías regresar en el tiempo para volver a vivirlos una y otra vez... una pena que con el sinfín de inventos creados por el hombre todavía no hayan conseguido uno que consiga realizar mi deseo.  

Así que hasta que ese día llegue, me dedicaré a contaros como viví ese concierto y aun a pesar de lo difícil que resulta explicar con palabras un sentimiento, espero transmitiros la misma sensación que pude saborear allí con la única pretensión que de conseguirlo sintáis la necesidad de verla en cuanto tengáis ocasión.




Comenzaron los primeros acordes entrecortados con el lateral de su mano y todos distinguimos que La mujer mayúscula y el mar  era el tema escogido para comenzar el acústico con el que nos presentaba su nuevo disco “La pareja tóxica” acompañada de Sergio Sastre (Guitarra) y Mikel Sospedra (Bajo).

Un nuevo trabajo que poco tiene que ver con el que nos habíamos acostumbrado sin querer. Una nueva historia, la de su vida pero que fácilmente podría ser la tuya. Cuando el sentimiento de máxima felicidad e ilusión se convierte sin querer en el mayor vacío que algo puede dejar. Cuando la pena absoluta comienza a disfrazarse en una rabia incandescente que ni el perdón puede apagar... y ni el refugio en lo más oculto puede aislarte de tu realidad.


Todos estos sentimientos hechos canciones son los que tuvimos la oportunidad de escuchar pero siempre presentándolas con su simpatía natural. Mantuvimos el silencio y aguantamos la respiración con Camino, Del invierno, el Universo, General Sherman y como Sam Bell volvió de la Luna... donde comprobamos como alguien con su voz y con su magia interior puede trasladarte al punto justo en el que esa persona se encontraba cuando sus sentimientos fluyeron hasta crear la canción.


La segunda parte del acústico estuvo rodeada de canciones más animadas aunque en algunos casos envolvieran el mismo dolor aunque presentada con una tonalidad mayor como  sucede con Mariposas. Fue una de las canciones en las que pidió que el público le acompañara en los coros aunque lo cierto es que éste se encontraba un tanto tímido pero todo se solucionó desde la parte que Zahara no podía alcanzar. Desde la sombra de ella, Sergio Sastre animaba al público con movimientos peculiares capaces de extraer la sonrisa de todos e incluso de ella al darse cuenta de lo que sucedía detrás.

Y no podía faltar la canción hecha película Leñador y la mujer América en la que aunque sea una de las canciones que menos duración tiene, sin duda es en la que Zahara concentra toda su fuerza en la voz. No sólo su fuerza sino que versionando You're The One That I Want mostró toda su sensualidad y dejo patente como una versión puede superar al recuerdo de la original si se tiene la personalidad suficiente como para hacerlo.



Camino a L.A  fue una de las canciones que anunciaba que el final de la noche estaba por llegar. Pero todavía tuvimos la oportunidad de traer a nuestra memoria canciones como Olor a mandarinas o Merezco, temas de su anterior trabajo que marcaron la despedida de una noche difícil de olvidar.

Mis recuerdos plasmados en palabras no se basan en las canciones perfectamente ordenadas de un disco, ni en textos creados con la máxima objetividad que una crónica puede ofrecer, ni siquiera me referiré al repertorio escogido que todo el mundo quería alterar… mis palabras solo  se refieren a los que mis ojos vieron, al matiz que en otras ocasiones mi oído fue capaz de apreciar, a la ternura de su voz en palabras en las que otras veces pasé por alto, a la rabia que sin querer nos arrancó haciéndonos partícipes del dolor de la canción... a la alegría que nos dejó cuando se fue aunque en estos momentos cada gota de alegría sea  la nostalgia del recuerdo.

Así que me quedaré con la nostalgia esperando a que el tiempo y el lugar nos vuelva a dar la oportunidad de su directo y cuando eso suceda cada nuevo detalle nos recordará porque sólo hay una como ella.



Xoxo

Almu