viernes, 1 de junio de 2012

El equilibrio


Hoy hablaré de una canción diferente...

Es cierto que hay canciones que te recordarán el olor del amor, la persona a la que no desearías ver, el momento que  duró un segundo pero que todavía no ha acabado... y el sonido te coloca nuevamente en ese instante en el que oliste, viste o viviste. 

Resulta curioso pensarlo porque no hay nada que haya borrado esos instantes del cerebro... siguen estando ahí pero los hemos arrinconado tanto que ya no sabemos donde buscarlos. Así que tiene que aparecer la canción para indicarte directamente el camino de tu recuerdo.
La única parte menos positiva de esas canciones es que en algunas ocasiones te pueden hacer sentir nuevamente algo que olvidaste sin querer aunque en el fondo desearías sentir todos los días... pero en otras el recuerdo al que te lleva la canción no es tan placentero. Es entonces cuando la maldices a ella y a quien la compuso.  Desearías que no existiera pues esa canción es la única que sabe activar el botón de las emociones pasadas.

Este tipo de canciones son las que más existirán en tu vida. Recordarás la canción del verano y automáticamente asociarás el momento de felicidad absoluta en el que te encontrabas sin hacer nada. Escucharás la canción que te hizo llorar en el autobús y como gracias a la protección de la ventanilla lograste que nadie te viera excepto aquel niño con el que cruzaste la mirada pero que sin necesidad de palabras comprendió tu dolor. Incluso maldecirás esa canción que se incrustó en tu cerebro y sin parar de sonar te impide dormir... seguro que en este momento te estás dando cuenta del número de canciones así que rodean todos tus recuerdos.

En cambio hay una canción  que no todo el mundo tendrá o no todos la habrán apreciado como se merece. A veces a lo mejor no es suficiente con escucharla. Esa canción y solo esa. Ella será la que te arrastrará hasta la magia que desprende su voz y cada vez que tu alma esté triste o tus ganas de respirar pierdan poco a poco el aire... la necesitarás para avanzar.




Yo había escuchado esta canción muchas más veces pero no fue hasta que los vi cuando realmente me di cuenta. Es la canción que me sana desde que comienza a sonar. La complicidad en sus miradas te traslada exactamente al punto en el que ellos se sienten y es tanta la felicidad  que transmiten que tienen de sobras... tienen tanta que en el minuto 3.14 no hay un hueco de mi cuerpo que no esté cubierto por ella.

Solo espero que vosotros tengáis una canción así. Una canción que borre vuestros problemas, os libere durante cuatro minutos eternos y os recuerde en cada segundo al punto en el que queréis estar para siempre. 

Todo el mundo recuerda miles de canciones que evocaran un momento vivido... yo solo deseo vivir el momento que me da esta canción.

xoxo

Almu